Facultades

Facultades de Filosofía y Teología

Centro Loyola - San Miguel

Ambas Facultades, a partir del corriente año, dejan de funcionar en el Colegio Máximo de San Miguel, para trasladarse a la Universidad Católica de Córdoba.

Misión

Las Facultades de Filosofía y Teología de San Miguel son una institución de la Compañía de Jesús y puesta bajo el patrocinio de San José, erigida canónicamente y con potestad de otorgar grados académicos en nombre de la Santa Sede. Además, por su integración con la Universidad del Salvador de la Ciudad de Buenos Aires, otorga también títulos nacionales de valor civil.

Finalidad

Las Facultades de Filosofía y Teología de San Miguel están al servicio de la Iglesia, primaria y principalmente brindando una formación académica de excelencia a candidatos al sacerdocio, religiosas y religiosos, y agentes de pastoral consagrados y laicos. La enseñanza de la filosofía y la teología se imparte desde la especial opción de la Compañía de Jesús por el diálogo entre la fe y la cultura, para una nueva evangelización atenta a las necesidades del hombre, la sociedad y la fidelidad a la Iglesia a la que quiere servir. 
De allí que las Facultades se caractericen por no reducirse al estudio de una única línea o escuela de pensamiento sino por ser un espacio para acceder, desde una sólida formación humana y eclesial, a las diversas perspectivas y escuelas de pensamiento, y poder valorarlas críticamente desde el Evangelio y las enseñanzas de la Iglesia.
La relación entre razón y fe centrada en el diálogo entre filosofía y teología es el ámbito y el acento específico de la actividad académica de las Facultades.

Normativa

Las Facultades de Filosofía y Teología de San Miguel se rigen por las leyes y disposiciones dictadas por la Santa Sede para las Universidades y Facultades Eclesiásticas, por las normas particulares y generales de la Compañía de Jesús, por sus propios Estatutos renovados y aprobados en 1995 y sus respectivas reglamentaciones. Para el otorgamiento de títulos civiles académicos y profesionales, se rigen por las leyes civiles del país y los Estatutos de la Universidad del Salvador.

Reseña histórica

“Es manifiesta la necesidad de un Colegio Máximo para la Provincia. Para el curso próximo de 1929 difícilmente encontrarán sitio relativamente cómodo, para morar en el Seminario de Villa Devoto, los Escolares nuestros que nos convenga tener estudiando Filosofía y Teología”. 
“Es asimismo voluntad manifiesta de nuestro P. General que hagamos algo práctico, para tener Colegio Máximo, saliendo de tantas infructuosas deliberaciones. El camino parece que ha de ser: elegir una finca, arreglar planos del edificio, comenzar a construirlo, establecer allí nuestras clases y habitación para Profesores y Escolares”. Consulta de Provincia del 4 de Marzo de 1928

La Provincia Argentina de la Compañía de Jesús, comienza a deliberar en 1928 la necesidad de trasladar sus estudiantes a un espacio más amplio. Hasta ese momento los estudiantes jesuitas (que provenían no sólo de Argentina sino también del resto de Sudamérica) hacían sus estudios en las Facultades de Filosofía y Teología con sede en el Seminario de Villa Devoto junto a estudiantes del Clero Diocesano de Buenos Aires y de otras Ordenes religiosas. Estas Facultades eran regidas por la misma Compañía de Jesús, de acuerdo al modelo de estudios de la Universidad Gregoriana y para las cuales el Papa había concedido el poder de dar Títulos Eclesiásticos mediante el Breve Apostólico “Divinum Praeceptum”, del 23 de diciembre de 1915. 
En 1930 la Santa Sede decide renovar la estructuración de los estudios Eclesiásticos en todo el mundo: por eso, cuando al año siguiente, en 1931, el Sumo Pontífice promulgó la Constitución Apostólica «Deus Scientiarum Dominus”, la Compañía de Jesús solicitó la facultad de dar títulos y grados eclesiásticos en sus Casas de estudios llamados Colegios Máximos (denominados así por ser el grado más alto de exigencia académica para la formación jesuita). Durante ese mismo año, en la localidad de San Miguel, cerca de Buenos Aires, gracias a numerosas donaciones, se pudo adquirir un predio extenso y construir allí el Colegio Máximo de San José, donde fueron trasladados los estudiantes y profesores jesuitas.

El 8 de septiembre de 1932, el Cardenal Gaetano Bisleti, Prefecto de la Sagrada Congregación de Seminarios y Universidades, en una carta dirigida al M. R. P. General de la Compañía de Jesús, P. LEDOCHOWSKY, le comunica la aprobación de los Estatutos de las Facultades Eclesiásticas de la Compañía de Jesús, entre las cuales figuraban las Facultades de Filosofía y Teología de San Miguel, que estaban conforme a la «Deus Scientiarum Dominus», y a sus Ordenaciones anejas, y que, por tanto podían conceder títulos y grados académicos como Facultades Eclesiásticas canónicamente erigidas.

Al ser durante mucho tiempo la única Casa de Estudios de la Compañía con facultad de dar títulos eclesiásticos en la región, se fue convirtiendo en un Colegio marcadamente Latinoamericano. El número de estudiantes y profesores fue creciendo y su Biblioteca especializada en Filosofía y Teología también. Paulatinamente fueron ingresando estudiantes de otras órdenes religiosas.
La presencia del Observatorio de Física Cósmica, la creación de publicaciones científicas, el desarrollo de trabajos interdisciplinares (entre otras cosas), junto con el trabajo pastoral (capillas y colegios) en los barrios populares que fueron creciendo a su alrededor dejaron una impronta en el espíritu de la Institución que perdura hasta nuestros días: una síntesis de razón, fe y cultura. 
A partir de 1967 y 1968, Las Facultades de Filosofía y Teología de San Miguel, se integran a la Universidad del Salvador y de esta manera sus Títulos tienen además del Eclesiástico, un valor civil y nacional.

En 1975 la Compañía de Jesús deja la Universidad del Salvador, sin embargo las Facultades de Filosofía y Teología de San Miguel, por especial convenio con las nuevas autoridades de la Universidad, siguieron integrándola y otorgando títulos con valor civil.